lunes, 28 de febrero de 2011

LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA

Si tuviese que enumerar toda la gente falsa que me encuentro a lo largo del día, no tendría suficiente tiempo libre para pensar en otras cosas. Puede que yo también lo sea, y puede que no me de ni cuenta de cuando lo hago, pero cuando consigo darme cuenta me doy asco. Porque todos mentimos alguna vez y todos fingimos ser lo que no queremos ser, y todo porque no podemos optar a otro futuro.

Si supiese que una vida llena de drogas, sexo y delitos fuese mas satisfactoria que la que llevo ahora mismo, la cambiaría, sin dudarlo. ¿Por qué no ser egoísta cuando todo el mundo solo piensa en salvar su culo y mantener sus pies sobre el camino que otros han diseñado a su gusto? Evidentemente, no animo a nadie a que lo haga, ni yo lo haré. Porque puestos a pensar, no me gustaría perder esa ilusión tan pura que tengo hacia cosas que se que de otra manera no podría tenerla.

Si algún día vas en el metro y escuchas una conversación estúpida, como la que el 90% de la gente tiene a lo largo del día, por favor, piensa sobre ello y en las consecuencias que puede tener no para ti, que eres un oyente pasivo de ella, sino en ese tipo de gente que no para de hablar de ello.

Piensa en todas esas mujeres que solo saben hablar de noticias del corazón, de los cuernos que le han puesto a no se quien o de la muerte (pobre) de tal persona. Piensa en esos hombres en los que el fútbol simplifica su vida a la nada o en aquellos que se preocupan mas de saber los litros de gasolina que gasta su coche que en satisfacer sus ilusiones. Aunque el problema es ese, nos han diseñado para pensar en todas esas cosas y no juzgar lo que realmente es importante: cumplir tus sueños.

Y si me pides un consejo, no te lo daré, porque no soy un buen consejero, puede que para ojos de mucha gente, no sea ni siquiera buena persona. Pero la gente que me conoce, que sabe como pienso y como quiero vivir la vida, sabe que mi manera es la mas pura. Me alegra saber que alrededor mía hay mucha gente que piensa igual que yo. Podríamos llamarlo la revolución silenciosa, ahora que vuelve a estar de moda esto de la revolución.

Sera la primera vez que llevaremos acabo un cambio en base a pensamientos y sentimientos intrínsecos y puros. Todo lo que tienes dentro debe salir fuera y impregnar a la gente con esa sabiduría que tienes y otros tratan de ocultarte.

Dime la verdad, ¿te gustaría vivir una vida llena de falsedades o preferirías vivirla dentro de ilusiones? Ante eso, no hay consejo posible.

Crea, sueña y sufre. Puede que eso sea nuestro verdadero objetivo aquí.

jueves, 17 de febrero de 2011

IMAGINACIÓN AL PODER

No hay nada mas excitante que sentirte atraído por lo que sabes que nunca vas a tener. A todos nos ha pasado, nunca llega a ser un sentimiento real, es simplemente una ilusión, un "¿y que pasaría si...?". Ese tiempo perdido me parece hermoso.

Todos somos maquinas diseñadas para seguir ese hilo oculto que nos domina desde el exterior, lo que ellos no saben es que también dominamos nuestro interior, y en el hacemos lo que queremos. Desear lo prohibido. Lo fugaz. Lo joven.

Y si un día es rojo y otro amarillo te da igual, porque queda igual de bien. Y si un día esta cerca y al siguiente da la espalda, da igual, porque lo hace pensando en ti. Puede que un día os encontréis y exista una milésima parte de segundo donde el sentimiento es mutuo. El movimiento de la boca y lo forzado de los gestos nos hacen menos natural, pero el interior no se juzga por lo exterior. El interior se juzga mirando hacia dentro.

Y si un día deja de ser prohibido, ¿que harías?, ¿te lanzarías a la aventura?.

Una sonrisa para empezar el día. No es hacia ti, pero te da igual, ya te la habías imaginado mucho antes en tu subconsciente. Sonríe, buena señal, por tanto, la haré reír. Maravilloso. Que bonito es todo.

Si no fuese por la imaginación no habría deseo, pasión ni masturbación. Tampoco habría rimas, ni melodías ni actitudes. Ni drogas, porque es cuando la imaginación escala hasta la montaña mas alta de nuestro saber.

Que bonito acabar un jueves largo, duro y movido que pensado que mañana, durante un instante, lo que nos rodea pasará a un segundo plano y nos sonreiremos. Eso si, interiormente, no sea que nos vean, que todavía sigue siendo prohibido.