No hay nada mas excitante que sentirte atraído por lo que sabes que nunca vas a tener. A todos nos ha pasado, nunca llega a ser un sentimiento real, es simplemente una ilusión, un "¿y que pasaría si...?". Ese tiempo perdido me parece hermoso.
Todos somos maquinas diseñadas para seguir ese hilo oculto que nos domina desde el exterior, lo que ellos no saben es que también dominamos nuestro interior, y en el hacemos lo que queremos. Desear lo prohibido. Lo fugaz. Lo joven.
Y si un día es rojo y otro amarillo te da igual, porque queda igual de bien. Y si un día esta cerca y al siguiente da la espalda, da igual, porque lo hace pensando en ti. Puede que un día os encontréis y exista una milésima parte de segundo donde el sentimiento es mutuo. El movimiento de la boca y lo forzado de los gestos nos hacen menos natural, pero el interior no se juzga por lo exterior. El interior se juzga mirando hacia dentro.
Y si un día deja de ser prohibido, ¿que harías?, ¿te lanzarías a la aventura?.
Una sonrisa para empezar el día. No es hacia ti, pero te da igual, ya te la habías imaginado mucho antes en tu subconsciente. Sonríe, buena señal, por tanto, la haré reír. Maravilloso. Que bonito es todo.
Si no fuese por la imaginación no habría deseo, pasión ni masturbación. Tampoco habría rimas, ni melodías ni actitudes. Ni drogas, porque es cuando la imaginación escala hasta la montaña mas alta de nuestro saber.
Que bonito acabar un jueves largo, duro y movido que pensado que mañana, durante un instante, lo que nos rodea pasará a un segundo plano y nos sonreiremos. Eso si, interiormente, no sea que nos vean, que todavía sigue siendo prohibido.
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