martes, 28 de agosto de 2012

LUNARES EN MIS OJOS

Si escribo porque duermo. Si hablo porque canto. Si grito porque siento. Si lloro porque muero.

Vuelvo al momento tantas veces explicado. Siento el viento dándome de cara y en mi casa todo sale volando como si fuese un huracán. Pierdo el tiempo peinándome enfrente de una pared, imaginándome un espejo que mostrara la mueca que ese día haya tocado en mi lotería. Pierdo los días esperando un momento, encontrando una moneda que no tiene cara y que te hunde en su cruz.

Sonrió de espaldas porque siento al revés. Pienso que podría ganar mucho tiempo escribiendo en mi idioma y aun así, sigo la decisión inicial, la de expresarme como el. Al fin y al cabo, he llegado aquí gracias a él, y a ellos, y al muerto viviente y al vivo ausente.

Siento por ella lo nuevo, el amor por una pantalla, el deseo de una imagen y la impaciencia de un movimiento. Un altavoz suena demasiado bajo, y voy a tratar de subir el volumen. Siempre me ha gustado la música alta y el baile espontaneo de después. Esa contracción de razón que te permite moverte al son de algo que alguien ha creado. Y me gusta bailar, si, solo, pero me gusta.

He perdido el norte, pero siempre me quedara el sur. Y si los hemisferios no existen, que se lo digan a quien se invento esas palabras. Él lo tenía muy claro. Tal vez haya que tenerlo todo muy claro. Todos damos importancia a las ilusiones, esas que nos hacen vivir. Es todo el invento propio de nuestra felicidad. Inventamos nuestra felicidad, sonreímos para hacer que alguien invente la suya.

Me leo y me afirmo a mi mismo que esta es la última vez que me ilusiono por lo vacío. Quiero y te quiero, y dos letras insignificantes le cambian el sentido a este escrito.

Ahora de verdad el viento entra por la ventana y me siento contento. Dicen que me conformo con poco, pero esa es mi ilusión. No todos deseamos el Edén, algunos solo pedimos paz. Ese momento en el que te vas a dormir, te tumbas boca arriba y hasta la forma de respirar nos cambia. No hay estrés, solo relajación.

Puede que todo sea mentira, claro. Pero yo se un secreto. No existe ni mentira ni verdad. No lo divulgues, solo daría problemas. Mantengámoslo entre nosotros. Se mi pequeña púa perdida. Mantenme alerta.

Si amo porque miento. Si escucho porque observo.

Eres tan dulce para un mundo tan cruel.

Cheers

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