lunes, 3 de enero de 2011

UNA HISTORIA SENCILLA

Yo siempre he sido una persona llena de dudas. Siempre tuve miedo de convertirme en un trapo mas de esta sociedad. Crecí siguiendo las leyes de mi familia, creyendo en Dios y pidiéndole que arreglase todos mis insignificantes problemas. Entre en la universidad y conseguí sacar adelante todos mis proyectos de futuro.

Conocí a una persona muy guapa, que no paraba de sonreír y con la que me sentía plenamente contento haciéndola feliz. Ella era mi media naranja, como decían en ese mundo que me rodeaba. Era adicto a series de televisión, veía las películas de sobremesa y de vez en cuando, quedábamos algunos amigos con sus parejas para pasar el rato.

Profesionalmente tampoco me podía quejar. Conseguí, después de mucho buscar, un trabajo donde pudiese cobrar todo el dinero necesario para dar a mi chica y a mi mismo el nivel de vida que siempre habíamos deseado. Puede que mi labor en la empresa no sea la mas moral o justa hacia el ser humano, pero de pequeño me enseñaron que para triunfar en la vida había que tener mala leche y no dar ni un paso atrás. Así actué, así gane todo lo que tenia.

Lo que viene después es la verdadera historia de mi vida. Un día, volviendo a casa, doble la esquina antes de cruzar el parque que llevaba a mi humilde morada. Allí conocí a esta jovencita rubia, de ojos azules que no paraba de bailar y disfrutar de una manera especial la soledad que tenia. El primer día conversamos, el segundo nos miramos a la cara y al tercero ya era la persona con la que mas confianza tenia del mundo.

Entonces fue cuando me di cuenta de que todo por lo que había estado luchando hasta ahora carecía de un sentido mas allá del de la pura expresividad. Nunca había leído, nunca había conseguido saber que decían esas canciones que a los oídos de todos parecen tonterías. De repente empece a pensar que los poetas son dignos de apreciar y no de ignorar. Me preocupe por escuchar a ciertas personas que sabían mucho mas que yo de lo que realmente estamos haciendo. Empece a aprender quien era yo y quienes son los que me rodean.

Ahora, un tiempo después, puedo decir que soy mucho mas feliz que antes. Doy gracias por no haber tenido ningún hijo antes de encontrarme a mi mismo. Supongo que lo que yo pase durante mi juventud no es lo que yo quisiese que aprendiesen mis hijos. Evidentemente, mi chica guapa ya no esta, ni los planes de futuro ni el trabajo inmoral. Ahora mi vida es doblar una esquina y verla a ella y a todos los que son como ella y disfrutar de las conversaciones sobre los seres humanos y no sobre las caretas que nos ponemos.

Hubo un tiempo que la vida me mentía sobre el como ser necesario para el progreso, Ahora la vida me ha enseñado que es en las pequeñas cosas y en las inesperadas donde reside el verdadero germen de la felicidad. Desde entonces, siempre miro a los ojos a las personas y consigo captar sus necesidades y motivaciones, pero las verdaderas, las que sienten y no consiguen descifrar. Desde ahora me he convertido en un ente insignificante para muchos, para todos ellos que solo saben seguir la linea marcada.

Tengo mucho que dar y tan poco que recibir que a veces me siento solo, pero que es la soledad sino una manera de descubrirse a si mismo. Os necesito como nunca y os siento tan profundamente que todo carece de sentido.

Ya no existen caminos que elegir, ahora nosotros somos los caminos. Uno a uno formamos nuestro destino, sin necesidad de que la gente lo escriba anteriormente. No existe el enamoramiento sin amor, la obsesión pasa a un segundo plano. Somos capaces de hacer muchas mas cosas de las que creemos, pero lo fácil es acomodarse.

Los perezosos con ideas somos los dueños del mundo. Nadie es perfecto y nunca nadie dijo que la vida fuese fácil. Hagamosla sencilla al menos.

Esta es mi historia, contada una vez muerto. La joven rubia que trastorno mi cerebro sigue el lado mio, enseñándome a despertar lo que llevo dentro. Ella es un sueño, una ilusión, una idea predeterminada que nunca había sacado de mi interior. Pero un día apareció y cambio mi vida.

Luché por algo que ya estaba escrito y descubrí que existía otra manera de disfrutar todo esto. Sin maldad, sin envidia, sin rencor.

Por cierto, el cielo no existe. Bienvenidos al siguiente mundo.

1 comentario:

  1. Todo lo que hubieramos sido tú y yo si no hubiéramos sido tú y yo. Vete tú a saber dónde estamos ahora...

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