A la tercera va la vencida.
Rompo con la tradición porque estoy empezado a ser egoísta. Ya no puedo desearle el bien al resto de personas, el abrir mas mi mente ha conseguido que empiece a ser mas egoísta. Todo esta justificado en lo inexplicable.
En el fondo se que lo ha notado. Porque esas cosas se notan. Todo el mundo me pide un esfuerzo mas pero yo se que no quiero dar un paso en falso. Ya es mucho tiempo cargando con esto y aunque el avance es lento, se que mas vale llegar entero a la meta que ni siquiera tener la oportunidad de llegar.
Ahora cambias de repente, porque una conversación, una mirada, un sentimiento se adentra en tus entrañas y te hace ver que hay algo mas allá de lo que ves. Un cuerpo en si no significa nada, ni una frase, ni un libro. Pero cuando algo se encadena provoca una ración de ideas que consiguen captar lo mas impensable y humano de las personas. Estas en el camino.
Un avión ha aterrizado y con el, muchos sueños a las espaldas. El primero es volver a recuperar la inspiración para poder demostrar al mundo que lo vació de nuestras mentes es el resultado del vació de la sociedad. Y una lucha individual se queda corta contra una legión de ineptos. Pero siempre nos quedara soñar.
Si, un sueño, que ahora también es deseo, y que puede que algún día se convierta en realidad. En mi realidad. Soy un egoísta que encima piensa que puede llegar a ser bueno tener esa cualidad. No lees a alguien porque si. No sonríes ni niegas porque si. Siempre hay una explicación detrás de cada gesto, cada palabra que decimos.
Si por mi fuese, ya hubiese dejado de ser un cobarde. Pero es que ahora también soy egoísta. Y aunque gano puntos para salir derrotado en esta batalla, hay algo que me apoyo desde atrás y es la seguridad que tengo de que podría hacerte muy feliz.
Tanto que desperdiciaría mi egoísmo en amor.
Y ya he desperdiciado mucho de eso últimamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario