MIS MEJORES AMIGOS

Es el tiempo el que no me deja en paz. Unas veces me deja ahí tirado, aburrido sin hacer nada. Buscando y ocupando mi mente con espacios vacíos y sentimientos falsos. Otras veces, como esta semana, me dedica una hermosa poesía a base de teclear en el ordenador. Puede que no sea un trato justo, pero en algún momento de borrachera llegue a un acuerdo con el. Tu mueves mi vida, y yo, yo obedezco.

Con el amor también llegue a un pacto, concretamente, un pacto de no agresión. El no me hará sufrir, yo no le dejare cegarse con la luz del sol. En este caso, no es justo para ninguna de las dos partes, pero el es que me convenció de aceptarlo todo. Es muy influyente cuando se mantiene en lugares oscuros y muy peligroso cuando sale al exterior. Entonces es cuando te daña. Incluso acabas loco con lo mucho que te agobia.

Con la música también llegue a un pacto, y este puede que sea en el único que salgo ganando. Porque me transmite todo lo que el amor no me puede dar estando a oscuras, y me hace mas ameno esos momentos que el tiempo no me deja disfrutar. Es el medicamento por el que me muevo día a día. Sin falta ella, falto yo. Si yo no estoy, ella se busca otros amigos. Trato justo.

El ultimo pacto al que llegue fue con mi alma. Fue hace mucho tiempo, la ultima vez que acabe llorando. Me enseño que nada ni nadie puede destruirme. Que es uno mismo el que se obliga a dejarse influenciar por el tiempo, por el amor, por la música. Es ella quien consiguió que mi debilidad no se mostrase muy a menudo. Es ella quien dirige mis pensamientos. Quien me da la lección de todos los días por la mañana y repasa lo ocurrido por las noches. Tiene un gran amigo, mi cabeza. Aunque debo decir que muchas veces discuten.

Eso si, ahora mismo a mi me encantaría llegar a un acuerdo con la cama. Entonces disfrutare de la música y hablare con mi alma. El tiempo no tendrá acceso a esta reunión. El amor seguro que se cuela por la ventana.

Como me gustaría que estuvieses aquí.